martes, 4 de octubre de 2011

STOP LOSS (2º PARTE)

Recuerdo cuando un día el Ipsa cayó un 2% y un amigo me dijo para tranquilizarme; " es algo pasajero, ya pasará". Eso fue para mí tal como si el personaje bíblico Noé, me dijera en un día de lluvia: "tranquilo, es solo una nube pasajera".

Cuando se avesina un peligro el inversionista debe estar afuera del mercado y mantenerse con liquidez para estar atento para cuando se vean las señales de un cambio en la tendencia;"Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena" (Proverbios 22:3)

El Stop Loss es nuestra señal de alarma para ocultarnos cuando veamos los problemas en el mercado.

 
 El gráfico es la continuación del tema anterior del Stop Loss. Cuando los precios llegan al nivel del S.L el inversionista debe decidir entre las siguientes opciones:
  • Vender apenas se llega la zona de S.L. Aquello demuestra una gran disciplina por parte del inversionista.
  • Esperar a que transcurra el día y esperar el momento cercano al cierre.
  • Simplemente ignorar el S.L. para esperar que los precios retomen una tendencia alcista algún día (la peor opción)
Lamentablemente nadie sabe lo que ocurrirá en el futuro, y por eso en el momento en que se acerque a la zona del Stop Loss habrán dudas en ejecutar el plan de salida, porque puede suceder ( y suceden) que los precios lleguen a la zona de S.L. pero luego vuelven a las "zonas seguras" de nuestra inversión después que el inversionista haya vendido de las acciones.


Es por eso que antes de comprar alguna acción el inversionista ya debe saber a que precio venderlas en caso que las cosas no resulten como se esperaban, en este caso venderlas en la zona de S.L. Lo peor que se puede hacer es ignorarlo y esperar que algún día los precios retomen su tendencia anterior. 


Mi amigo ignoró el Stop Loss, para él solo era una caída pasajera. Esto ocurrió en Noviembre del año 2007, posteriormente el Ipsa cayó por más de 64%. Era gracioso verlo rezar para que el Ipsa subiera, pero seguía cayendo, pero al menos mi amigo se acercaba más a Dios.




 

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